En este mundo, todo en su justa medida suele ser positivo. Ahora bien, si algo se excede y se desmadra, dicho beneficio se puede ir al traste. ¿Por qué decimos esto? Porque un problema de palomas se puede convertir en un riesgo grave incluso para la salud humana.
Todos hemos visto a la gente que da de comer a las palomas en parques y zonas públicas, generalmente en medios urbanos. Y es que estos animales llamados Columba livia, o sea, palomas bravías, están perfectamente integrados en el panorama habitual de cualquier ciudad.
Sin embargo, las palomas también anidan en inmuebles y en instalaciones de uso humano y tienen una capacidad de reproducción bastante elevada. Como es lógico, todo ello puede derivar en problemas de salud pública, por lo que la zoonosis ha de intervenir para reducir riesgos de transmisión de enfermedades.
Riesgos asociados a un problema de palomas
Dicho esto, ¿Qué riesgos se asocian a una plaga de palomas? No solo se relacionan con la transmisión de enfermedades. Hay otras posibilidades igualmente indeseables. Conocemos las principales y más comunes:
- Daños: sobre todo en inmuebles y bienes. El exceso de aves y su fuerte proliferación pueden provocar daños en edificaciones, en especial si son antiguas o están en situaciones ruinosas y abandonadas, lo que podría afectar a construcciones próximas, que también se verían afectadas.
- Suciedad: obviamente, las palomas excretan, y dichos excrementos provocan suciedad en propiedades y bienes que, además de oler mal, también pueden transmitir enfermedades, molestias, problemas de salubridad del entorno, etc.
- Salud: y, asociando la presencia de un problema de palomas a la salud humana, no olvidemos que hablamos de un animal silvestre que no se sujeta a control veterinario alguno, con los perjuicios que ello puede conllevar.
Contaminación biológica: cuando existen nidos que provocan una amplia presencia y proliferación de palomas, pronto hacen acto de presencia elementos como los detritus, los restos de huevos y cadáveres y, por supuesto, los parásitos que van asociados a todas las especies animales silvestres en estado salvaje y sin control veterinario alguno. ¿Qué quiere decir? Que dichos parásitos pueden hospedarse en las palomas, pero muchos de ellos también lo pueden hacer en los humanos, con el consiguiente perjuicio para la salud pública.
Cómo solucionar los problemas provocados por las palomas
Ya conocemos a grandes rasgos los riesgos que corremos cuando tenemos un problema de palomas. Ahora bien, lejos de ser alarmistas, desde nuestra empresa queremos enviar un mensaje de calma, pues todo tiene solución.
Ya sabemos que puede ser peligroso, pero, por fortuna, existen formas de acabar con esta situación. No obstante, por nuestra parte queremos concienciar a la población de la importancia de las medidas de control. Es decir, actuemos antes de que el problema se agrave en exceso. Para ello contamos con métodos físicos, naturales o químicos. Los conocemos.
Métodos físicos
Los métodos físicos de prevención incluyen el evitar el acceso de las palomas a ciertas zonas del inmueble que pueden ser más accesibles. Para ello se usan:
- Alambres: se tensan a lo largo de cornisas y alféizares para que las palomas no puedan anidar.
- Púas: son dispositivos concebidos para evitar la anidación de palomas y otras aves en aleros o cornisas.
- Espirales: producen un efecto parecido a los métodos ya vistos.
- Mallas: evitan el acceso y la nidificación de cualquier tipo de ave en zonas como ventanucos medianeros, por ejemplo.
Métodos tecnológicos
Existen otros métodos que hacen uso de la tecnología para evitar la nidificación. Son:
- Electro-repulsión: emiten pequeñas descargas de corriente que molestan y evitan que las palomas se posen.
- Ultrasonidos: son ahuyentadores imperceptibles para el oído humano, pero que incomodan a las aves.
Métodos biológicos
No son los métodos más comunes, ya que cuesta más controlarlos. En este caso, la práctica se basa en la suelta de aves de presa que provoquen la huida de las palomas u otras aves.
Métodos químicos
También es común utilizar métodos químicos que, por lo general, se basan en el uso de geles repelentes que provocan desagrado en las aves, en este caso, en las palomas. Suelen ser sustancias gelatinosas que incomodan a los pájaros cuando se posan sobre ellos.
Recordemos, además, que es conveniente no alimentar a las palomas, ni de forma expresa, ni indirecta por medio de acumulación de residuos. También evitaremos zonas encharcadas en jardines y patios, pues son focos de atracción. Y, por supuesto, tampoco facilitaremos refugios.
Finalmente, ante un problema de palomas que ya ha aparecido, la mejor opción es contactar con una empresa de control de plagas. Si nos llamas, juntos buscaremos y encontraremos la mejor solución posible para solucionar tu caso.